Noches de dictadura: la madrugada del 6 de abril
¿Por qué será que me cuesta tanto escribir de cosas que me disgustan? Mi predilección por lo lindo, lo cuchi, lo agradable llega hasta tal punto que he convertido conscientemente a la tristeza en melancolía. (Si tienen que haber amargura en la vida, al menos que sea “bitter-sweet”). Lo mismo me pasa con el resto de las artes: no soporto escuchar una canción perturbadora, sostengo cual mandamiento que “sólo voy al cine para ver algo que me alegre la vida”, y jamás he pintado algo que me parezca feo. No le veo sentido a sufrir porque sí. Pero hoy, con mucho esfuerzo, escribiré sobre un tema que me disgusta; les relataré un recuerdo de mi vida reciente, porque creo que es importante que se sepa lo que está pasando en mi país, es importante dar a conocer esta historia. El día que abrí este blog no fue cualquier día. No por azar mi primera entrada empieza con “ Cuando repican duro … ¿las campanas o las cacerolas ? Ese día, el pasado sábado 6 de abril, a las 4:53 a.m. es...