Reflexión sobre la sociedad venezolana
Una vez el profesor y arquitecto Henry Rueda, hablando sobre los arquitectos venezolanos más destacados en los últimos tiempos, dijo, casi a modo de una reflexión en voz alta, que la mayoría de ellos empiezan a ejercer la profesión con energía y buenas ideas, no obstante “viven un ocaso al final de su carrera”. Y puso como ejemplo a Fruto Vivas. Y es cierto, con sólo poner una foto del Club Táchira (1955) codo a codo con una foto del pabellón de Venezuela del año 2000 (obra conocida como La Flor de Venezuela), es suficiente para estar convencido de sus palabras. Club Táchira (1955) Flor de Venezuela (2000) Esa idea se quedó en mi cabeza dando vueltas… ¿pero por qué ocurre ese fenómeno? ¿A dónde se va el talento y la sensatez? Buscando la respuesta, empecé a inventar hipót...