Por qué amamos las novelas de Jane Austen
He tratado de pensar en una manera de escribir sobre este tema sin que todo lo que diga suene cliché. Pues, lamento informarles que no creo que pueda. Verán, cuando se trata de las novelas de Jane Austen, soy como cualquier otra chica, romanticona y cursi. No hay remedio. ¡Es más!, debería odiar a Jane Austen porque saca a relucir mi lado más ridículo. Pero bueno, ¡¿qué se puede hacer?! Al fin y al cabo nadie se salva de sufrir un eventual episodio de cursilería aguda. Ya es hora de admitirlo. Mi madre nunca ha entendido mi adoración por dichas novelas, le parece inaudito que me interesen las historias de una época en la que las mujeres aún eran un cero a la izquierda. El matrimonio no era una opción, era la única salida que te aseguraba una vida digna. Las niñas eran criadas con el único propósito de enseñarles lo necesario para que pudieran conquistar a un hombre de buena posición. Tocar piano, bordar cojines, dibujar, verse bonitas, tener los cachetes ruborizados siempre, ...