UNIVERSIDAD EN RUINAS

Por allí estaba rondando un video en el que les pedían a varias personas que hacen vida en la Universidad Simón Bolívar, que describieran el significado de universidad con 1 sola palabra. ¿Difícil, no? Algunas palabras que surgieron fueron diversidad, esfuerzo, libertad. Yo agregaría oportunidades. Pero más que todo, la universidad es el sitio para aprender a ser crítico. El tiempo que pasas en la universidad es el momento de tu vida en el que te puedes hacer todas las preguntas que quieras, dudar de todo lo que crees que sabes, para finalmente, escoger, en plena libertad, las respuestas con las que te quieres quedar.

Ahora yo les pregunto, no sólo a la comunidad universitaria, sino a todos los venezolanos: ¿Saben que hay un pabellón abandonado en la U.S.B.? Y ahora, reformulando la pregunta para mis compañeros uesebistas, ¿Estás consciente de que tu universidad está literalmente en ruinas? ¿Puedes creer que la universidad de la excelencia no tiene dinero para demoler un edificio que lleva años abandonado? Cuando decimos que las universidades públicas se están cayendo a pedazos, tristemente no estamos exagerando. No, no es una metáfora. Si nunca has visitado la U.S.B., si jamás has visto el estado en el que se encuentra el pabellón 3 de mi universidad, o si aún crees que estoy exagerando, te invito a que veas las fotos que puse a continuación.


                                                             Fotos por: Soriana Álvarez




                                                            Fotos por: Soriana Álvarez

Impacta, ¿no es cierto?
Puede que a nosotros, los estudiantes de arquitectura nos afecte más el hecho de ver un edificio echado al olvido, y puede que ese pabellón en ruinas sea algo que sólo vemos nosotros los estudiantes de arquitectura y de biología de la Simón. Sí, para llegar a nuestros salones de clase todos los días tenemos que atravesar un horrible pasillo del pabellón abandonado, que a veces incluso se inunda cuando llueve; tenemos que caminar al lado de escombros, pupitres llenos de moho, antiguos laboratorios clausurados… Siempre se ha dicho que los biólogos y arquitectos de la U.S.B. estudian en el ‘quinto carrizo’, por allá al final del campus de la universidad, en nuestro propio mundo. Pues, ¡imagínense lo lejos que ha llegado la crisis presupuestaria! Llega hasta pabellón 5 de arquitectura en la Simón! ¡¿Quieren pruebas de que el problema va mucho más allá de un simple aumento de sueldo?!  Pues aquí está, la crisis está tan extendida, que desde hace años se apoderó del pabellón 3 de la U.S.B. y lo convirtió en lo que es hoy, un triste reflejo de nuestra situación, la evidencia de que al gobierno no le interesa la educación –a menos de que se ponga a su servicio- Pero todos sabemos que una universidad que adopta un pensamiento único no es una universidad.

Ahora que les mostré hasta dónde ha llegado el problema, les formulo una última pregunta: ¿Vamos a dejar que la crisis presupuestaria siga tomando terreno? ¿Vamos a permitir que las fundaciones de la universidad se sigan carcomiendo como las vigas y columnas del pabellón abandonado? ¿O vamos a parar este lento proceso de deterioro que inició el gobierno, antes de que todas las universidades públicas del país queden en ruinas, hundidas entre las vegetación y abandonadas por sus profesores?

Comentarios

  1. Una pequeña observación: ese no es el pabellón 2, es pabellón 3 (pabellón 2 es donde está Acuario Café)

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