Sobre nosotros, los "Millennials" (La generación Y)



Pero qué bien! Soy 80% “millennial”…parece que no soy un modelito tan pasado de moda después de todo…
 Permítanme aclarar, para quienes no han oído el término “milennials” antes, se trata del sobrenombre oficial que le pusieron los estudiosos a nuestra generación, la generación Y, es decir, todos los que tenemos entre 18 y 30 años aproximadamente.
Según el entretenido quiz que hice, titulado “How Millennial are you?”(Para el cual les dejo el link al final), resulta que soy un 80% “mileniana” por así decirlo, lo que significa que tan sólo el 20% restante de mi mente está fuera de tiempo.
Por un lado me alegro, y en cierto modo me siento aliviada. Cuando te pareces a los demás no sueles tener muchos problemas en la vida, difícilmente te sentirás incómodo en algún lugar u ocasión, y por lo tanto te ahorras el conocido drama personal de sentir que no perteneces. –que, por cierto, se ha convertido en todo un cliché,  desde Radiohaed hasta Fun, hay miles de artistas que han plasmado en las letras de sus canciones ese temita de “where do I belong”, ese melodrama personal de sentirse diferente.-
Y es que al parecer nosotros los millennials pasamos gran parte de nuestro tiempo viéndonos el ombligo, reflexionando sobre quiénes somos, qué queremos hacer en la vida y de qué manera. Tenemos esa extraña –pero útil- habilidad de autoanalizarnos, cosa que no hacían nuestros padres, los “baby boomers”. Ellos siempre estaban muy ocupados para perder el tiempo con tales reflexiones, les preocupaba tener una carrera exitosa y debían ser profesionales competitivos. Su fabuloso –y super atractivo- plan de vida era estudiar, estudiar, estudiar, para luego trabajar, trabajar y trabajar un poco más, para establecerse y poder mantener una familia con cierto estatus social y económico. Por ejemplo, mi papá, toda esa reflexionadera loca sobre quiénes somos y qué queremos de la vida la calificaría de “psicopendejérica” una palabra de su autoría, que a pesar de su evidente connotación despectiva, me parece bastante original, y en ocasiones, graciosa.
Nosotros en cambio, no hablamos tanto de “debo hacerlo”, sino de “quiero hacerlo” Y la verdad, esta filosofía de vida me parece fabulosa. Si lo que queremos es vivir felices, hemos escogido un buen método.
Pues sí, soy reflexiva, trato de hacer las cosas porque quiero, tengo una cuenta en twitter, en facebook, tengo un blog y tengo tres correos electrónicos. Mando más de 10 mensajes de texto al día y a veces he dormido con mi celular al lado de mi almohada. Soy creativa y espero tener un trabajo que disfrute, y confío en mis habilidades para lograr mis metas. Todo eso me hace una típica mileniana. O sea, en palabras de los expertos: soy necia, egoísta, algo creída, y adicta al internet y a la tecnología. Pero, a pesar de todo lo anterior, ellos están seguros de que nuestra generación va a salvar al mundo de la actual crisis social y económica en la que está sumergido.
El único punto en el que difiero notablemente de mis compañeros milenianos es que la religión es una de mis prioridades en la vida. Soy católica practicante, y me preocupo por  cultivar mi espíritu. Según los resultados arrojados por el quiz que mencioné al principio, tan sólo un 15% de los encuestados consideran que la religión es una prioridad para ellos. En cambio, les importa más ser un buen padre y tener un matrimonio exitoso.
Lo que no entiendo es, si en efecto soy 80% mileniana, ¿por qué me sigo sintiendo tan diferente? 

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